Cuando estamos delante de una persona que manifiesta estar desanimada, intentamos transmitirle mensajes positivos para que recupere su buen estado de ánimo. No obstante, a veces no escogemos las mejores palabras, a pesar de que nuestras intenciones son buenas. Por este motivo, en el post de hoy me gustaría compartir algunas frases que la gente suele decir cuando quiere consolar a los demás pero, bajo mi punto de vista, son o bien irreales o no ayudan.
1. "En la vida hay cosas peores": A pesar de que el objetivo que se busca es ayudar a la otra persona a relativizar el problema, decir esto puede hacer que se sienta incomprendida. Para el/la otro/a lo que le ocurre es el principal motivo de su preocupación. Es posible que bajo nuestro juicio su problemática sea poco relevante o no entendamos cómo le puede estar dando tanta importancia, sin embargo, si realmente queremos ayudar a la otra persona tenemos que considerar que para él o ella, esa situación es el foco de su malestar.
2. "No es para tanto": Este mensaje, en mi opinión, no muestra empatía porque por supuesto que para la persona que tienes delante sí es para tanto lo que le pasa. Como dice mi post "Empatía: sentir cómo se siente el otro", la empatía no implica compartir la opinión de los demás pero sí entenderla.
En resumen, puede que bajo tu criterio la situación de la otra persona no sea grave, pero tú no llevas sus gafas y no sabes de qué manera ve el mundo.
3. "Lo que tienes que hacer es ser más positivo/a": Esta "recomendación" es el gran error a decir a una persona sobre todo si sufre un trastorno de salud mental como ansiedad o depresión. En lugar de ayudarla puede provocar que se sienta peor y poco reconfortada. Ser positivo/a no siempre es un tema de actitud o de "no ponerle ganas o esfuerzo", a veces es una cuestión mucho más profunda, pues los sujetos que padecen esta tipología de trastornos, pueden estar poniendo esfuerzo por su parte, pero aún y así, les es difícil evitar un ataque de pánico, coger el metro o tener impulso para hacer una actividad que antes resultaba placentera. Hay que considerar que intervienen más factores como los esquemas mentales, creencias y aspectos neuroquímicos, entre otros.
4. "Si te esfuerzas, lo conseguirás": Esforzarse y dar lo máximo de uno/a mismo/a para lograr un objetivo no es garantía de que se consiga. Tenemos que tener cuidado con estos mensajes que se transmiten cargados de una positividad irreal, porque no por poner esfuerzo y ganas alcanzaremos siempre nuestros objetivos. De hecho, podemos estar aumentando las expectativas de la otra persona, de forma que si no consigue el objetivo se puede sentir más frustrada.
5. "Si quieres, puedes": Deseamos y queremos alcanzar un objetivo como puede ser superar unas oposiciones o conseguir un empleo, pero no lo logramos y no se trata de no querer, se trata de que no controlamos todos los elementos que participan en la consecución de ese objetivo y a veces, no se puede alcanzar.
6. "No llores": Llorar es una forma saludable de desahogo. Es una manera de liberar emociones y sensaciones como rabia, tristeza, desesperación o nerviosismo. Ver a otra persona llorar nos remueve o nos sabe mal y por este motivo a veces la gente dice "no llores" o "deja de llorar". Si queremos ayudar lo mejor que podemos hacer es acompañar a esa persona en ese momento. No juzgues el llanto como un hecho negativo, pues es una ocasión en la que nos vaciamos y damos salida a nuestro malestar.
7. "No puedes estar así cuando tienes una familia que te quiere, un trabajo, etc.": Una persona a los ojos de los demás puede parecer que "lo tenga todo" y nos puede sorprender que le dé vueltas o le provoque inquietud una situación particular. Solo él o ella sabe el sufrimiento y el proceso que está atravesando por mucha relación cercana que tengamos con esa persona. Cada uno/a tenemos unas vivencias, historial, recursos, antecedentes, etc. diferentes.
¿Qué puedo hacer si no sé qué decir a otra persona para animarla o consolarla?
En primer lugar, no juzgues. Quizás tú enfocarías su malestar de otra manera o actuarías diferente, pero al final cada uno/a somos seres responsables de nuestras vidas e independientes.
En segundo lugar, ten en cuenta que en algunas ocasiones simplemente estando presente y acompañar mediante un abrazo, dar la mano o estar sentado/a al lado del otro/a es suficiente. No siempre se necesitan palabras para mostrar nuestro apoyo.
Por último, pregunta cómo puedes ayudar o contribuir para que se sienta mejor.